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Aplausos

Las salas de cine en RD: del ritual familiar al dominio empresarial

En la actualidad, ir al cine en la República Dominicana ha dejado de ser una actividad exclusiva para cinéfilos. La oferta cinematográfica, cada vez más variada, ha transformado esta experiencia en un…

Redacción Telenoticias • April 22, 2025 6:35 am
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En la actualidad, ir al cine en la República Dominicana ha dejado de ser una actividad exclusiva para cinéfilos. La oferta cinematográfica, cada vez más variada, ha transformado esta experiencia en una costumbre familiar.

“Indudablemente el cine sigue siendo la principal actividad de entretenimiento para la familia y creo que por eso sigue estando en plazas, centros comerciales; es una forma de aglutinar todas las ofertas en un solo lugar y es divertido. Creo que es positivo. Creo que a nivel comercial eso también ayuda”, reflexiona Ysidro Eduardo García Rodríguez, crítico de cine, docente de Apreciación Cinematográfica en la Universidad Iberoamericana (Unibe) y jurado del Festival de Cine Global Funglode y del Festival de Cine Fine Arts.

“Sí, tú comes, tú puedes comprar algo en las tiendas y están integrando los supermercados. O sea, creo que también a nivel de ciudad y de organización ayuda mucho porque tú no te tienes que trasladar”, añade, destacando el carácter funcional del cine moderno.

José D’ Laura, votante de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood y director del Cine Club del Centro León, quien recientemente presidió el jurado del Festival de Cine Fine Arts, aporta otra perspectiva: el cine como ritual social

“Hay que entender que el cine es una actividad social. No es lo mismo ver una película en streaming en la casa o en cualquier otro formato, porque puedes verla hasta en ropa interior. Ahora, ir al cine, ir con la familia, implica todo un proceso social de que hay que cambiarse, hay que vestirse, hay que trasladarse, probablemente luego hay que compartir una cena. Entonces ya eso habla de un elemento común que es el cine, que en el contexto en que lo estamos viendo sirve como elemento integrador de una familia. Si vamos a ver una película, qué sé yo, una película de dibujos animados, entonces luego resulta que con la cena eso se convierte en una conversación sobre una película. Y en que los niños o los mayores pueden preguntar en torno a la película alguna de sus ideas”.

Según registros del Archivo General de la Nación, el 6 de agosto de 1971 marcó un hito en la historia del cine nacional con la inauguración del Cine Triple, el primero con sala múltiple (tres, concretamente), ubicado en la esquina de la avenida George Washington con la calle Félix Mariano Lluberes, justo al lado de lo que hoy es el Ministerio de Cultura.

En ese entonces, Santo Domingo contaba con siete salas de estreno, concentrando la mayoría de los espacios de exhibición en la capital.

En julio de 2024, la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine) presentó un análisis sobre el impacto de la Ley de Cine 108-10.

En su informe se destaca que en ese momento operaban 20 cines en el país, con un total de 138 pantallas de exhibición. Las ciudades que cuentan con salas son: Santo Domingo, Santiago, Bonao, Puerto Plata, San Juan de la Maguana, Higüey, La Romana y Bávaro.

¿Existe un monopolio?

Tras el cierre casi total de las salas de Palacio del Cine —incluyendo Bella Vista Mall, Ágora Mall, Blue Mall, entre otras— y la adquisición de las últimas que quedaban (las de Sambil) por parte de Caribbean Cinemas en mayo de 2024, muchos se preguntan si se ha establecido un monopolio en la industria cinematográfica dominicana.

Sin embargo, D’ Laura es claro: “No existe como tal. Cualquier grupo económico que decida meterse dentro del cine tiene las puertas abiertas, lo que tiene entonces que entrar con un criterio de inversión, con una estrategia de comercialización que les resulte factible. Pienso que siguen existiendo las mismas opciones de ver películas, porque lo que hemos tenido tradicionalmente es que unos pocos títulos se repiten en todos los centros cinematográficos”, aseguró.

“Pienso que todavía hay espacio para este cine que no es tan comercial. Por suerte, hay salas como la de Fine Arts dedicadas a un cine alternativo, y eso de alguna manera el público dominicano puede apreciarlo, que no en todas partes existe”.

Para García Rodríguez, sin embargo, el panorama es menos equilibrado.

“Actualmente Caribbean Cinemas es tripartito, ellos manejan la exhibición, la distribución y también la producción. Es un aspecto que no se puede ignorar”.

“Pero tenemos que reconocer que la República Dominicana es una isla. Aún no representamos, ni creo que por el momento representemos, un mercado tan grande como Brasil, México, Argentina, Chile, o España, que sí tienen industria más consolidada y una audiencia y un público más consciente del producto local que se celebra”, agrega.

¿Es costoso ir al cine en RD?

Para D’ Laura, las salas de cine dominicanas siguen siendo accesibles en comparación con otros países.

“Pienso que todavía estamos en un muy buen nivel, porque fíjate que en los últimos años ya estamos estrenando al mismo tiempo que en Estados Unidos. Entonces, una sala de estreno en Estados Unidos, en Nueva York, de buena calidad, una buena tanda, te cuesta una boleta 15 o 20 dólares. Aquí es mucho menos y posiblemente la sala está al mismo nivel y la película la tienes ahí a opción de consumo”.

El hecho de que tengamos la película disponible, no como hace 20 años, con una espera de dos, tres o cuatro meses después del estreno, es lo que el público valora”.

Sin embargo, a juicio de García Rodríguez, pese a toda la oferta, ir al cine aún no es algo que el dominicano común haga con frecuencia.

“Si tú ves la data que ha dado del consumo cultural que ha hecho el Ministerio de Cultura y el Banco Central, el cine no genera todavía tanto. Y según data de DGCine, solo dos millones de personas fueron el año pasado, alrededor de dos millones de personas fueron al cine. O sea, yo creo que la industria del cine va forzada en ese momento porque tiene que subvencionar muchas cosas”.

Los precios 

  • Regular adultos: RD$400
  • Regular niños: RD$275
  • VIP: RD$725
  • 4DX: RD$750
  • CXC adultos:RD$475
  • CXC niños: RD$300
  • Cine Kids adultos: RD$425
  • Cine Kids niños: RD$400
  • Cine Kids puffs: RD$425 (solo para niños)
  • Venta de lentes 3D: RD$50

¿Aliadas o enemigas? Las plataformas digitales

D’ Laura lo tiene claro: “Las plataformas lo que han ayudado es a la competitividad. Ofrecen mucho más y los cines están obligados a diversificar su programación y a ofrecer cada vez mejores salas de contenido”.

Cambios necesarios para mayor desarrollo

Para García Rodríguez, hay ajustes clave que deben hacerse:

  • “Primero hay que sincerizar el tema de la ley. Tener una discusión muy honesta. No atacar la ley. No, jamás. Es sanear la ley. Segundo, replantear el modelo de exhibición de las salas de cine. Tercero, transparentar muchas de las producciones que se están financiando a través de la ley. Porque para nadie es un secreto que muchas de las películas que se aprueban al final terminan engavetadas. Y nadie sabe cuál es el futuro ni el paradero de esas películas.Y cuarto, yo creo que debemos fomentar más la difusión del cine en aquellas zonas que no tienen salas de cine. Por ejemplo, Montecristi, Puerto Plata, parte del sur, alguna zona del este. Puede ser que sea un cine itinerante. No tiene que ser una sala fija. No tiene que ser una plaza o una sala como per se”.

D’ Laura también valora el impacto positivo de la Ley de Cine: “Muchas de las películas que vemos hoy se han podido hacer gracias a que existe la ley de cine. Películas que no tienen vocación de ser masivas y que, sin embargo, han podido hacerse muy buenas películas. Ese cine de autor, El Caballo, ese cine alternativo, gracias a la ley. Una de las leyes de cine más completas del hemisferio porque ha servido como boom explosivo, cuantitativamente y cualitativamente, del cine dominicano. Fíjate que ahora estamos ganando premios en Huelva, en Berlín. O sea, reconocido por los grandes festivales. Una cosa que antes no se veía porque no era posible hacer películas del nivel de esos festivales clásicos”.

¿Y en festivales, cómo vamos?

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Infografía

“Yo creo que tenemos una muy buena representación porque los chicos hacen el trabajo de curaduría y de formar parte de ese proceso de selección. Aún seguimos formando parte de esos festivales como el de Guadalajara, el de Málaga, el de Egipto. El de Estados Unidos, Miami y demás. El de Villarrich, donde una película sobre pareja tuvo un muy buen desempeño. Pero creo que los chicos tienen el interés de que se vea una visión mucho más auténtica del cine dominicano”, señala García Rodríguez.

La evolución del público

Y comparando al Santo Domingo de los años 50, 70, 80 y 90 con la actualidad, ¿cómo ha sido la evolución? “El público ha ido en ascenso en los últimos años. Y pienso que estamos sobrepasando los 4 millones de boletas anuales. Y eso es importante”, responde D’ Laura.