Los beneficios y las consecuencias de castrar a los gatos
Tener a un gato de mascota es una de las grandes bendiciones de la vida, entre otras cosas, porque nos brinda beneficios múltiples para la cotidianidad. Sin embargo, también es una decisión que conlleva responsabilidad.
Tener a un gato de mascota es una de las grandes bendiciones de la vida, entre otras cosas, porque nos brinda beneficios múltiples para la cotidianidad. Sin embargo, también es una decisión que conlleva responsabilidad.
En ese sentido, una de las más importantes obligaciones de los tutores de felinos domésticos es la de ejercer el control ético de la reproducción, a sabiendas de que en el mundo hay mayor cantidad de especies de compañía que los que el ser humano puede alimentar o atender tanto en el plano económico como en el afectivo. Por lo tanto, es muy importante conocer los signos de la llegada de la madurez sexual y entender sus implicancias y sus consecuencias.
Los cachorros indeseados que suelen llegaral mundo por la desidia del ser humano son el principal motivo de abandono. Un evento tan triste nos obliga a encontrar soluciones.Así las cosas, la forma más sencilla, efectiva e inocua de evitar esto es la castración quirúrgica de animales adultos.
Cuáles son las alternativas para castrar a un gato
Existen varios métodos para el control de la reproducción, entre los que se hallan los anticonceptivos orales y los inyectables que descartaremos por varios motivos: primero por sus serias consecuencias secundarias y segundo por su carácter transitorio, algo que obliga a engorrosos suministros o reiteradas y sucesivas aplicaciones.
El método absolutamente más recomendable es la castración quirúrgica, que evita la fecundación al retirar los órganos responsables de ella. En ese sentido, siempre se recomienda llevar a cabo la esterilización quirúrgica a partir de la madurez sexual en el macho e inmediatamente antes o después del primer celo en la hembra.
Existen diferentes factores que determinan el momento del inicio de la pubertad en los felinos, como por ejemplo la raza. Las hembras de raza suelen madurar más tarde que el resto y, entre las más lentas, se destacan las de raza Persa, que pueden tener su primer celo con un año de edad.
Por fuera del concepto racial, las gatas de pelo corto son más precoces que las de pelo largo. El peso de la gata es otro factor determinante del comienzo del celo, ya que se debe cumplir con determinadas condiciones para alcanzar la madurez sexual, que es en general el 80% de su peso adulto. En el caso de los machos, al llegar a la pubertad manifiestan una conducta de marcaje con su orina, con la que rociarán el ambiente con pequeñas cantidades cargadas de feromonas para atraer sexualmente a las hembras (spray sexual).
Los beneficios de la castración
La castración en el macho evitará las escapadas de vagabundeo y las camadas indeseadas, mientras que el marcaje con orina desaparecerá en un 80% o en un 90% de los gatos. Por otro lado, disminuirá la tendencia de los machos a pelearse con otros pares y el riesgo de recibir mordiscos o arañazos que puedan transmitirle enfermedades. Además, con esta decisión evitaremos que aparezcan problemas de salud como tumores prostáticos y testiculares.
Existen varios métodos para el control de la reproducción, entre los que se hallan los anticonceptivos orales y los inyectables (Getty)
En cuanto a las hembras, el proceso de castración evitará obviamente que entren en celo e impedirá la preñez indeseada. A su vez, disminuirá la aparición de infecciones del útero y de tumores mamarios. No es cierto que las hembras deban tener como mínimo un parto antes de ser castradas ni que pierdan vitalidad, inteligencia o ganas de jugar por la mera castración. Lo que sí es verdadero es que nuestro gato podría llegar a aumentar de peso, lo que se puede evitar con ejercicio físico y con una alimentación adecuada.
La castración quirúrgica es la mejor solución para los problemas que puede conllevar el celo tanto en machos como en hembras, además de ser la única forma de asegurarnos de que no lleguen gatitos no deseados al mundo, incrementando así la peor forma de maltrato animal, que es el abandono.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
