Los errores más comunes al descongelar carne y cómo prevenir intoxicaciones
Dejar la carne sobre la mesada “para que se descongele sola” puede parecer una costumbre inofensiva o incluso práctica. Sin embargo, detrás de ese gesto cotidiano se esconde uno de los mayores errores…
Dejar la carne sobre la mesada “para que se descongele sola” puede parecer una costumbre inofensiva o incluso práctica. Sin embargo, detrás de ese gesto cotidiano se esconde uno de los mayores errores en la manipulación de alimentos.
La carne cruda, cuando permanece demasiado tiempo a temperatura ambiente, se convierte en el escenario perfecto para la proliferación de bacterias peligrosas como Salmonella, E. coli o Listeria.
Especialistas de Sportlife y de la Universidad de Harvard advierten que un descongelado incorrecto puede no solo arruinar el sabor y la textura del alimento, sino también poner en riesgo la salud.
Las bacterias pueden multiplicarse en cuestión de minutos cuando la carne entra en la llamada “zona de peligro” (entre 4°C y 60°C). Por eso, conocer los errores más frecuentes —y cómo evitarlos— es clave para garantizar la seguridad alimentaria en casa.
1. Dejar la carne a temperatura ambiente
Uno de los errores más comunes es dejar la carne sobre la mesada durante horas. Según Harvard Environmental Health & Safety, los alimentos perecederos nunca deben descongelarse a temperatura ambiente, ya que en ese rango las bacterias se multiplican rápidamente.
La opción más segura es hacerlo en el refrigerador, donde la temperatura se mantiene constante. Si se necesita acelerar el proceso, se puede recurrir al microondas en modo descongelación o al baño de agua fría, cambiando el agua cada 30 minutos.
2. Usar agua caliente o microondas sin supervisión
El agua caliente puede calentar de forma desigual y generar zonas propicias para el crecimiento bacteriano. Lo mismo ocurre si se usa el microondas sin controlar el tiempo: parte del alimento puede comenzar a cocinarse mientras otra permanece congelada.
Lo correcto es sumergir la carne en agua fría dentro de una bolsa hermética, renovando el agua cada media hora.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) recomienda usar siempre la función específica de descongelación del microondas y girar la carne varias veces para un resultado uniforme.
3. Dejarla fuera del refrigerador durante la noche
Esta práctica es tan habitual como peligrosa. Dejar la carne a temperatura ambiente durante toda la noche la expone durante horas a la zona de riesgo. Según el Food Safety and Inspection Service estadounidense, ningún alimento perecedero debe permanecer más de dos horas fuera del frío.
4. Descongelar parcialmente y volver a congelar
Descongelar un trozo de carne y luego volver a congelarlo es un error frecuente que puede tener consecuencias. Durante la descongelación, las bacterias comienzan a multiplicarse, y la recongelación no las elimina. Si se descongela más cantidad de la necesaria, lo ideal es cocinarla completamente y refrigerar las porciones sobrantes.
5. Ignorar las instrucciones del fabricante
Los productos congelados suelen incluir indicaciones específicas sobre su descongelación. Respetarlas garantiza tanto la seguridad como la textura y sabor adecuados del alimento.
6. No planificar con tiempo
Descongelar “a último momento” puede llevar a decisiones riesgosas, como recurrir al agua caliente o dejar la carne sobre la mesada. Planificar las comidas con antelación permite descongelar de manera segura en el refrigerador.
7. Usar el horno o el calor para acelerar el proceso
El horno o las fuentes de calor pueden elevar la temperatura de la superficie mientras el centro sigue congelado, generando un ambiente ideal para las bacterias. Por eso, los especialistas desaconsejan este método y recomiendan optar por el refrigerador o el baño de agua fría.
Diversas investigaciones respaldan estas recomendaciones. Un estudio publicado en Frontiers in Nutrition demostró que las muestras de carne descongeladas a temperatura ambiente desarrollaron más bacterias y mayor pérdida de jugos que las descongeladas en refrigerador.
Adoptar hábitos seguros en la cocina puede marcar la diferencia entre una comida deliciosa y un riesgo para la salud. Tal como señala Harvard, la seguridad alimentaria comienza con pequeñas decisiones cotidianas: mantener el frío, evitar la improvisación y descongelar con conciencia. Con planificación y buenos hábitos, es posible disfrutar de carnes más seguras, sabrosas y saludables.