Nueva York está inquieta por la reaparición del virus de la polio
A mediados de julio se registró el primer caso comprobado de poliomielitis en el condado de Rockland, el primero en Estados Unidos desde 2013.
Pomona.- Cuando se enteró semanas atrás que en Estados Unidos se había registrado el primer caso de poliomielitis en casi diez años, el de un joven neoyorquino que quedó paralítico, Brittany Strickland tembló de “miedo”.
“Es aterrador. No pensábamos que pasaría aquí”, dijo esta mujer de 33 años, entrevistada por la AFP en Pomona, localidad del condado neoyorquino de Rockland, 50 kilómetros al norte de Manhattan.
“Mi madre se oponía a las vacunas y me di cuenta que de niña no me habían vacunado contra la poliomielitis”, confiesa esta diseñadora que acaba de recibir su primera dosis contra un virus que prácticamente había desaparecido.
A mediados de agosto, las autoridades sanitarias de Nueva York advirtieron que esta enfermedad altamente contagiosa que se transmite a través de las heces, las secreciones de la nariz y la garganta o por beber agua contaminada había sido detectada en aguas residuales.
Un descubrimiento “preocupante pero no sorprendente”, según las autoridades, que creen que “el virus probablemente esté circulando localmente” y que los neoyorquinos que aún no se han vacunado deben hacerlo cuanto antes.
– 60% de niños vacunados –
En la ciudad de Nueva York, el 86% de los niños de seis meses a cinco años han recibido tres dosis de la vacuna, lo que significa que el 14% restante no está completamente protegido.
En el condado de Rockland, solo el 60% de los niños de dos años están vacunados, en comparación con el 79% en el estado de Nueva York en general y el 92% en todo el país, según funcionarios de salud.
Los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) se dijeron “preocupados” y enviaron expertos al estado de Nueva York este verano boreal para mejorar la detección y la vacunación, al tratarse de una enfermedad que puede tener “consecuencias devastadoras e irreversibles”.
La poliomielitis, que afecta principalmente a los más jóvenes y provoca parálisis, está prácticamente erradicada en el mundo, a excepción de países pobres como Pakistán y Afganistán.
En Estados Unidos -donde un presidente, Franklin Roosevelt, la contrajo en 1921, a los 39 años- el número de contagios descendió a finales de la década de 1950 (15.000 casos de parálisis al año en aquella época), gracias a una primera vacuna.