Nuevo uniforme, viejos problemas: la Policía necesita reforma, no solo cambio de tela
Si detrás de este cambio estético no hay una transformación profunda en la institución, ¿qué tanto hemos avanzado? Seguimos teniendo a los mismos agentes, con las mismas costumbres y, lamentablemente,…
Por Julissa Martínez
Cambio de uniforme policial, pero no de estrategia
El Estado dominicano ha invertido una suma considerable en la incorporación de un nuevo uniforme para los miembros de la Policía Nacional. A simple vista, podría parecer un paso hacia la modernización y la eficiencia, pero la realidad nos demuestra que vestir diferente no es sinónimo de hacer las cosas de forma distinta.
Si detrás de este cambio estético no hay una transformación profunda en la institución, ¿qué tanto hemos avanzado? Seguimos teniendo a los mismos agentes, con las mismas costumbres y, lamentablemente, con las mismas fallas que por años han marcado la imagen de la Policía. Un uniforme nuevo no borra la desconfianza ciudadana, ni soluciona los problemas estructurales que enfrentamos.
Para que haya un cambio real, necesitamos una reforma integral. No basta con un nuevo atuendo; se requieren estrategias claras, protocolos actualizados, mejores condiciones laborales, formación ética y, sobre todo, supervisión efectiva. Además, es imprescindible investigar y sancionar a aquellos agentes que, lejos de proteger a la ciudadanía, utilizan su posición para obtener beneficios personales, como ocurre con las denuncias constantes de cobros indebidos en las calles.
El uniforme debería ser solo una parte de un proceso mucho más amplio. Si se pretende mejorar la imagen y la eficacia de la Policía Nacional, el cambio debe ser completo: desde la capacitación de los agentes hasta la implementación de mecanismos de transparencia y rendición de cuentas.
Un uniforme nuevo no puede tapar los viejos problemas. La verdadera transformación no se logra cambiando la tela, sino cambiando la estructura.