Pastillas anticonceptivas y salud mental: el vínculo con la depresión
Aunque son eficaces y seguras desde el punto de vista reproductivo, las pastillas pueden tener efectos secundarios, incluyendo cambios en el estado de ánimo y, en algunos casos, depresión.
Las pastillas anticonceptivas son uno de los métodos más utilizados por mujeres peruanas para prevenir embarazos no deseados. Según el Ministerio de Salud (Minsa), alrededor del 28 % de mujeres en edad fértil en Perú emplea métodos hormonales, siendo las pastillas las más comunes por su accesibilidad, eficacia y facilidad de uso. Asimismo, EsSalud reporta que miles de mujeres acceden anualmente a anticonceptivos orales a través de sus centros de salud como parte de la planificación familiar.
Aunque son eficaces y seguras desde el punto de vista reproductivo, las pastillas pueden tener efectos secundarios, incluyendo cambios en el estado de ánimo y, en algunos casos, depresión.
¿Por qué pueden provocar depresión?
Las pastillas alteran el equilibrio hormonal natural del cuerpo mediante versiones sintéticas de estrógeno y progestina, que también afectan los neurotransmisores cerebrales, especialmente la serotonina, clave en la regulación del estado de ánimo. Una disminución en serotonina puede generar tristeza persistente, fatiga, irritabilidad, cambios en el sueño y apetito, síntomas asociados a la depresión.
Diversos estudios, incluyendo uno publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA), muestran que las mujeres que usan anticonceptivos hormonales presentan un mayor riesgo de diagnóstico de depresión o de inicio de tratamiento con antidepresivos en comparación con quienes no los utilizan, siendo el riesgo más pronunciado en mujeres jóvenes.