¿Por qué el dinero nunca me alcanza? Tres errores que casi todos cometemos (y cómo salir del ciclo)
Hay una frase que escucho con frecuencia: ¨Yo no sé en qué se me va el dinero, pero se me va¨. Y no importa si la persona gana 20 mil o 100 mil pesos al mes, el sentimiento es el mismo: frustración, c…
Hay una frase que escucho con frecuencia: ¨Yo no sé en qué se me va el dinero, pero se me va¨. Y no importa si la persona gana 20 mil o 100 mil pesos al mes, el sentimiento es el mismo: frustración, cansancio, e incluso culpa. Como si manejar el dinero fuera un misterio o algo que solo logran ¨los que saben¨.
La realidad es que la mayoría de nosotros entramos al mercado laboral a ganar dinero, pero no fuimos educados para gestionarlo con claridad emocional y estratégica. Por eso, te comparto tres errores que la mayoría cometemos de manera inconsciente.
- Usamos el dinero como anestesia emocional
¿Has tenido un mal día y terminaste comprando algo que no necesitabas solo para sentirte mejor? ¿Te ha pasado que celebras una buena noticia con una salida costosa, aunque estés corto de dinero? Eso es lo que llamamos ¨gasto emocional¨. El dinero, sin darnos cuenta, se vuelve una vía de escape para compensar lo que sentimos: estrés, ansiedad, tristeza, aburrimiento.
Un ejemplo claro es el siguiente caso: Una joven trabajaba muchas horas, se sentía estresada y todos los viernes se premiaba con ¨un gustico¨ que se convertía en cena, delivery y compras innecesarias. Nunca le alcanzaba el dinero y sentía que merecía gastar por tanto esfuerzo. Cuando aprendió a identificar su patrón, encontró nuevas formas de premiarse sin vaciar su cuenta: caminatas, tiempo de calidad con amigos, y ahorrar para cosas que realmente le hacían ilusión.
En este punto es importante tomar en cuenta que el dinero no es terapia. Aprende a sentir sin tener que gastar para calmarte. Antes de gastar impulsivamente, pregúntate: ¿Estoy comprando esto por necesidad o por emoción? Espera 24 horas. Si todavía lo quieres, entonces considéralo.
- No tenemos metas claras, solo sobrevivimos el mes
Muchos vivimos como en piloto automático: cobramos, pagamos, gastamos… y repetimos el ciclo. Pero no hay un para qué. Cuando no hay metas financieras claras, el dinero se dispersa sin dirección. Y lo peor es que al no ver progreso, sentimos que nada vale la pena y abandonamos cualquier intento de ahorrar o mejorar.
Piénsalo así: ¿Cómo puedes llegar a un destino si no sabes hacia dónde vas? Las metas son el GPS de tus finanzas. Ahorrar ¨por si acaso¨ no motiva tanto como ahorrar ¨para el inicial de mi apartamento¨ o ¨para irme de viaje sin deudas¨.
Ejemplo: Un joven ganaba bien, pero sus números siempre estaban en rojo. Cuando definió tres metas claras (crear un fondo de emergencia, saldar sus tarjetas y ahorrar para su boda), reorganizó su presupuesto y comenzó a ver resultados en tres meses.
Toma en cuenta que sin dirección el dinero siempre se pierde. Con metas claras, cada peso tiene una misión. Define 1 meta a corto plazo (3 meses), 1 a mediano (1 año) y 1 a largo plazo (5 años). Escríbelas. Ponles nombre, monto y fecha.
- Nos comparamos demasiado (y eso sale caro)
Una de las principales razones por las que el dinero nunca alcanza es la presión social y digital. Queremos vivir como los demás aparentan vivir. Si un amigo cambió de celular, queremos cambiar el nuestro. Si alguien en Instagram viaja, sentimos que también debemos hacerlo. Y muchas veces, esas decisiones vienen financiadas por deudas que no vemos en las fotos.
Ejemplo: Una joven cambió de carro porque se sintió presionada por su entorno laboral. No lo necesitaba, pero sintió que ¨ya era hora¨. Terminó con una cuota que drenó su presupuesto por dos años, mientras otras áreas importantes de su vida quedaron en pausa.
Recuerda que la comparación es el camino más rápido a la insatisfacción financiera. Compárate con tu yo de ayer, no con la vida editada de otros. Define tu propio concepto de bienestar. Lo que funciona para otros no necesariamente funciona para ti. Sé honesto con tu estilo de vida y tu realidad.
Y, ¿Qué puedo hacer ahora?
Te recomiendo que hagas un alto y dejes de actuar en automático, revisar cómo te estas relacionando con el dinero es fundamental para tu futuro. Revisa tus emociones para validar si estas usando el dinero como vía de escape o expresión; traza un mapa definiendo al menos una meta y empieza a mover tus recursos hacia ella; Deja de competir, no tienes que seguir el ritmo de nadie más, tu paz vale más que las apariencias.
Recuerda: No se trata de cuánto ganas, sino de cómo vives con lo que tienes, cada pequeño cambio suma. No subestimes el poder de hacer conciencia. La próxima vez que sientas que el dinero no te alcanza, en vez de frustrarte, pregúntate: ¿Estoy cayendo en alguno de estos patrones? Y si la respuesta es sí, siéntete orgulloso, porque ya estás más cerca de hacer que el dinero trabaje a tu favor.