Profesor de la UASD asegura que deceso de Pedro Henríquez Ureña debe interpretarse como símbolo de su compromiso con la educación
Con la asistencia de profesores, empleados y estudiantes de la UASD, y la realización del solemne ceremonial reglamentario que se escenifica en el Panteón de la Patria, el proyecto académico Nuevo Humanismo depositó una ofrenda floral ante el féretro del insigne escritor Pedro Henríquez Ureña, al conmemorarse este miércoles 11 de mayo el 76 aniversario de la muerte del excelso catedrático e intelectual dominicano.
Con la asistencia de profesores, empleados y estudiantes de la UASD, y la realización del solemne ceremonial reglamentario que se escenifica en el Panteón de la Patria, el proyecto académico Nuevo Humanismo depositó una ofrenda floral ante el féretro del insigne escritor Pedro Henríquez Ureña, al conmemorarse este miércoles 11 de mayo el 76 aniversario de la muerte del excelso catedrático e intelectual dominicano.
En la actividad habló el profesor Francisco Acosta, quien dijo que como docente le resulta ineludible el deceso de Pedro Henríquez Ureña, pues al momento en que el preclaro dominicano perdió la vida en Argentina, el maestro recorría la ruta que diariamente lo llevaba a impartir docencia universitaria.
Acosta se refirió a los grandes aportes del escritor, resaltando que: “Para Pedro Henríquez Ureña, la originalidad en el pensamiento latinoamericano, está asociada, al momento de nuestra independencia política y a la aspiración de nuestra independencia espiritual, lo cual nos conduce a una época nueva, cargada de interrogantes sociales y nos arroja al mar de todos nuestros problemas”.
Consagrado literato y humanista, Pedro Henríquez Ureña nació en Santo Domingo el 29 de junio de 1884. Fueron sus padres la destacada poetisa Salomé Ureña y el ex presidente Francisco Henríquez y Carvajal. Criado en un hogar con acentuada influencia del pensamiento del maestro Eugenio María de Hostos, desde temprana edad Pedro Henríquez Ureña mostró interés por la literatura, escribiendo poemas con apenas 14 años de edad.
Su vida literaria la desarrolló en Estados Unidos, España, Cuba México y Argentina, siendo estos dos últimos países en donde trabajó como docente y en donde escribió gran parte de sus obras. Pedro Henríquez Ureña fue admirado y reconocido por grandes literatos universales, como Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato.
