Red 5G ¿Mito o realidad?
El acceso a internet en áreas fuera de las provincias de Santo Domingo y Santiago es muy limitado. En algunas zonas no llega ni el 3G, sumado a un costo muy elevado comparado con la región. Nos falta mucho por avanzar.
De entrada, vamos a los inicios de la conectividad en la República Dominicana. Cuando el primer proveedor de teléfonos llegó al país y al poco tiempo empezamos a utilizar el clásico Beeper o localizador, montados en la tecnología CDMA en la década de los 90. En ese entonces, solo podíamos recibir texto en una pequeña pantalla parecida a la de una calculadora; luego comenzamos a usar conexión Dial-Up, con ese ruidoso y lento módem con velocidad máxima de 54kbps y el U.S. Robotic con 115kbps éramos felices, aunque para descargar un archivo de 5MB podíamos tardar horas, ya que se interrumpía constantemente cuando entraba una llamada o alguien levantaba el teléfono y tumbaba la conexión.
Tiempo después llega la conexión ADSL o internet flash de 128Kbps y la conectividad móvil pasa de GPRS a EDGE (2G, 2.5G) con velocidad de 26 a 114Kbps. Posteriormente tuvimos el 3G y el 3.5G lanzados en el 2008 con velocidades de entre 1 y 42 Mbps, seguido por la red 4G en el 2014, tan sólo seis años después, superando hasta 10 veces la velocidad de su predecesor, de 100Mbps en 4G/LTE, luego 150Mbps en 4G/LTE Cat. 4 y llega a 1Gbps 4.5G/LTE Avanzado. Por último, se despliega la red 5G con velocidades máxima de 10Gbps, según las informaciones generales a nivel mundial. En nuestro país, la red más rápida de la región, según Speed Test presentando un tope de 1.2Gbps en esta red.
Hasta este punto, somos conscientes del crecimiento que a través de los años ha tenido el país, aunque no se evidencia así en todo el territorio nacional. Esto significa una clara falta en la cobertura de la brecha digital que tanto hemos querido cerrar, pese a los avances y los aportes del gobierno, de la mano de las prestadoras de servicios de internet (ISP). Lamentablemente aún el foco principal es la urbe, donde se congrega la mayor cantidad de habitantes.
Vale resaltar que las telecomunicaciones en la República Dominicana han permanecido en constante transformación, tratando de mantenerse a la par con la región en cuanto a proveedores de internet móvil y fijo.
TELEFONÍA MÓVIL
Vamos a ponderar los datos estadísticos de líneas activas en conectividad móvil en las diferentes empresas que ofrecen el servicio al público en general.
Al cierre de agosto de 2021, en el mercado dominicano se contaba con 9.4 millones de líneas móviles en servicio, lo que representa un crecimiento anual de 8.44%.
El proveedor con más usuarios cuenta con 5.7 millones de líneas. Le sigue otro proveedor, con 3.1 millones, y el más joven de los ISP, con unas 492,887.
Los espectros en las bandas de conectividad 5G en la República Domincana son: 3,300 y 3,400MHz. Está disponible en pocos equipos y solo usando un SIM LTE v6, con la limitante que depende de la zona geográfica en la que te encuentres. Otra de las frecuencias es de 3,400 y 3,600MHz
La actualidad de 5G
Sin lugar a dudas, la pandemia trajo un aumento sustancial en el servicio de internet móvil y fijo. Con el teletrabajo y las clases a distancia nos vimos en la obligación de adaptarnos al cambio que evidentemente generó esta y que todavía permanece en nuestras vidas. Muchas empresas están ponderando modificar los contratos de trabajo de algunos colaboradores, para que estos permanezcan trabajando de manera remota.
Esto quiere decir que la conectividad y acceso a internet de alta velocidad o hipervelocidad es esencial y va camino a ser un derecho fundamental de cada ciudadano de la República Dominicana. Esto conlleva una responsabilidad muy grande de parte del Gobierno y de las empresas, pues los ciberdelincuentes no descansan y cada día buscan vulnerabilidades para no solo atacar víctimas como usuarios finales, sino poder acceder a datos confidenciales de entidades grandes, aprovechando esos dispositivos personales que no cuentan con toda la protección que ofrece la infraestructura de las organizaciones.
Las empresas deben definir un rol prioritario en capacitación, orientación y concientización de los recursos humanos con los que cuentan dentro y fuera de la empresa, para poco a poco lograr un ciberespacio más seguro, sacándole provecho a las bondades de las altas velocidades que hoy nos ofrecen las diferentes tecnologías al alcance de los ciudadanos.