¡San Valentín está sobrevalorado!
Eso indica la más reciente encuesta de la National Retail Federation, que demostró que el Día de San Valentín está perdiendo popularidad. En los resultados de 2009, un 72% de personas entre 18 y 34 años y un 65% entre 35 y 54 años afirmaron que planeaban celebrar Valentine’s Day. Ahora, estos porcentajes han caído:Continue reading “¡San Valentín está sobrevalorado!”
Eso indica la más reciente encuesta de la National Retail Federation, que demostró que el Día de San Valentín está perdiendo popularidad. En los resultados de 2009, un 72% de personas entre 18 y 34 años y un 65% entre 35 y 54 años afirmaron que planeaban celebrar Valentine’s Day. Ahora, estos porcentajes han caído: solo un 51% de todos los encuestados menores de 55 años dijo que planeaba celebrarlo.
¿Se murió el amor? No, no se murió. Lo que pasa es que han surgido muchas alternativas a San Valentín, en reacción a lo que algunos creen que se ha vuelto un día demasiado comercializado. La gente no solo celebra el amor que siente por su media naranja, también el de amistades cercanas, familia ¡y hasta mascotas! Existe el Día de las Chicas (Galentine’s Day), el Anti-San Valentín, y en la era de ‘sal y cómprate todo lo que quieras”, mucha gente mejor prefiere guardarse y apapacharse.
Algo curioso es que, aunque la popularidad de la fecha ha disminuido, ¡la gente ahora gasta más que antes! La misma encuesta de la NRF indicó que una persona promedio gasta $161.96 por San Valentín, lo cual es un incremento del 13% de lo gastado en el año 2018.
¡Es un montón de dinero! Pero San Valentín no tiene que costarte un ojo de la cara. Las joyas caras están sobrevaloradas, y las flores se marchitan. Así que, ya sea que pases el día por tu cuenta, con amigos o con tu pareja, aquí te damos algunas ideas económicas para que en Valentine’s Day tu cuenta de banco también se sienta amada.
1. Crea un presupuesto para el Día de San Valentín El primer paso para ahorrar a lo grande en San Valentín es hacer un presupuesto. Ten en cuenta los otros gastos que tengas para el mes, las cuentas que hay que pagar y cuánto dinero te va a quedar de tu sueldo. Pero, lo más importante: una vez que hayas creado tu presupuesto, ¡no lo sueltes! Si compartes un plan u objetivo financiero con tu pareja, esta definitivamente lo apreciará.
2. Salgan a comer sin gastar tanto La idea más tradicional para una cita en San Valentín es invitar a cenar a alguien especial. Sin embargo, aun cuando puede ser divertido ir a un restaurante fancy y comer buena comida en abundancia, la cuenta puede ser elevada, especialmente si hay tragos de por medio.
Para ahorrar en uno de los gastos más caros, reserva una mesa en un restaurante BYOB (Bring Your Own Bottle). Una copa de vino puede costar entre $8 y $10, pero si traes tu propia botella, puedes beber más copas y pagar una cantidad similar.
Otra alternativa es que solo salgan a comer el postre. Los postres cuestan una fracción de lo que cuestan los platos fuertes, así que coman antes y luego vayan a un restaurante elegante para cerrar con broche de oro.