WASHINGTON (AP) — El secretario general de la Organización de Estados Americanos anunció este jueves que la próxima semana visitará Colombia para poner en funciones al grupo de trabajo que evaluará la crisis migratoria venezolana.
“Hemos recibido la invitación de Colombia para visitar el país la próxima semana y va a ser la primera acción que va a tener el grupo”, dijo Luis Almagro a periodistas en Washington tras una reunión con el canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo.
El funcionario colombiano expresó su beneplácito por la visita de Almagro -entre el 12 y 14 de septiembre- y dijo que le permitirá “comunicarle directamente a la opinión pública colombiana los pasos que está dando la organización para fortalecer las capacidades nacionales que permitan hacerle frente a la crisis migratoria proveniente de Venezuela”.
La migración de cientos de miles de venezolanos ha generado inquietud en la región y entre las organizaciones internacionales. La OEA acordó la víspera la creación de un grupo de trabajo para evaluar el fenómeno social, definir las necesidades y buscar recursos financieros nuevos.
En tanto, varios países de la región se reunieron en Ecuador esta semana para analizar la situación.
La investigadora de la organización internacional defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), Tamara Taraciuk Broner, destacó que tanto la reunión de Quito como la decisión de la OEA demuestran que la región está abordando la crisis de los refugiados como un problema regional.
Mientras tanto, 92 venezolanos que se encontraban en Ecuador arribaron el jueves a Caracas en un vuelo financiado por el gobierno de Nicolás Maduro, que esta semana activó un puente aéreo para trasladar a los connacionales que huyeron de la crisis y ahora quieren retornar al país.
El canciller venezolano Jorge Arreaza informó el retorno de 65 adultos y 27 niños y dijo en su cuenta de Twitter que el gobierno continuará facilitando el regreso de migrantes.
A fines de agosto el gobierno envió un avión a Lima para repatriar a 89 venezolanos y se espera para el 8 y 10 de septiembre el envío de dos nuevos vuelos a Perú y Argentina.
“Mejor se está en mi país, parece mentira, con todo y necesidad”, dijo a la televisora estatal la migrante Lisbeth Cárdenas tras arribar al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía.
El envío de los vuelos coincide con declaraciones de las autoridades venezolanas negando que exista una migración masiva. El gobierno sostiene que es una “operación internacional” que busca “abultar” las cifras de migrantes para justificar una “intervención militar” en Venezuela.
Pero José Miguel Vivanco, director ejecutivo para las Américas de HRW, aseguró que se trata de una crisis creada por el mismo gobierno venezolano.
“Esta crisis tiene una sola causa y eso se llama Maduro”, dijo en una rueda de prensa en Miami para presentar el informe “Venezuela: crisis de refugiados exige respuesta regional uniforme”.
Vivanco agregó que hay que seguir “ejerciendo toda la presión necesaria contra ese régimen ilegítimo que viola sistemática y generalizadamente los derechos humanos de los ciudadanos venezolanos”.
Más de 1,6 millón de venezolanos han salido de su país desde inicios de 2015 y 90% de ellos se han quedado en Sudamérica, de acuerdo con estimaciones de Naciones Unidas.
Pero Maduro afirmó esta semana que no son más de 600.000 y sostuvo que “más del 90% están arrepentidos”.
Para HRW una de las claves es que los países de la región adopten una política uniforme que conceda a los refugiados venezolanos una residencia legal temporal que les permita trabajar.
Venezuela afronta una crisis económica y social agravada por una hiperinflación -que según el Fondo Monetario Internacional llegaría a un millón por ciento anual-, la escasez de bienes básicos y una severa recesión económica que se ha extendido por casi cinco años.
Para hacer frente a la crisis Maduro inició en agosto un plan económico que implicó una reconversión monetaria y un aumento del salario mínimo en más de 3.000%, entre otras medidas. Pero analistas y opositores han advertido que el plan agravará la crisis y podría intensificar la salida de venezolanos del país.