Cabral, de 59 años, llevaba seis años preso y era el último detenido en régimen cerrado por la megaoperación anticorrupción Lava Jato, que sacudió a Brasil y llevó a la cárcel a presidentes y otras figuras poderosas de América Latina.
Su hijo, el político Marco Antonio Cabral, publicó una foto junto a su padre en las redes sociales.
Periodista de formación, Cabral, exmiembro del partido de centroderecha Movimiento Democrático Brasileiro (MDB), estuvo al frente del Gobierno de Río de Janeiro entre 2007 y 2014. En esos años Brasil se adjudicó la organización del Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. En ambos eventos está acusado de recibir sobornos para la construcción de obras.
425 años en condenas
En total, Cabral suma más de 425 años en condenas por 23 casos, pero está a la espera de ser juzgado en apelación en instancias superiores.
Ingresó en prisión en 2016, cuando el entonces juez Sergio Moro dictó en su contra la prisión temporal en un proceso del Lava Jato, como sospechoso de haber comandado una organización criminal para cobrar sobornos de constructoras a cambio de adjudicar licitaciones.
Pero, en su decisión del viernes, los jueces del STF consideraron que la prisión temporal se estaba extendiendo demasiado y le concedieron la prisión domiciliaria.
El exgobernador salió de la prisión de Niteroi, en la región metropolitana de Río de Janeiro, y se dirigió a un edificio propiedad de su familia en el barrio de Copacabana, donde seguirá en arresto domiciliario y usando una tobillera electrónica.