“Solo escuchaba gritos”: Pianista de Rubby Pérez revive el horror del colapso en Jet Set
Santo Domingo. – Misael Abreu, pianista de la orquesta de Rubby Pérez, fue uno de los sobrevivientes de la tragedia ocurrida la madrugada del 8 de abril en la discoteca Jet Set, y su testimonio reflej…
Santo Domingo. – Misael Abreu, pianista de la orquesta de Rubby Pérez, fue uno de los sobrevivientes de la tragedia ocurrida la madrugada del 8 de abril en la discoteca Jet Set, y su testimonio refleja el caos y el terror vividos en segundos eternos.
Justo cuando la agrupación interpretaba su última canción de la noche, un ambiente de alegría se transformó repentinamente en un escenario de horror.
“Vi caer unos polvillos durante el tema anterior y pensé que era parte del humo escénico. Pero no. De pronto, una loseta cayó del techo… y ahí comenzó todo”, narró Abreu, aún visiblemente afectado por la experiencia.
El colapso comenzó durante la segunda estrofa del tema final. Abreu estaba en tarima, tocando su piano, cuando sintió cómo el techo empezaba a venirse abajo.
“Todo fue tan rápido. Quedé en shock. En medio de la confusión, lo único que escuchaba eran gritos, voces pidiendo ayuda… entre ellas, la voz de la hija de Rubby Pérez”, relató en una entrevista concedida a Telemundo.
Uno de los momentos más desgarradores fue cuando escuchó a alguien gritar: “¡Se mató Chilcan!”, y luego, “¡Papi, papi, papi!”. “Los gritos de las mujeres, el caos, la desesperación… Fue frustrante. Un infierno”, dijo, al borde del llanto.
Pese a haber sufrido heridas, Abreu logró orientarse entre los escombros hasta encontrar una puerta de emergencia, que, según su relato, estaba cerrada con llave.
“Atiné a buscar el pestillo, y con ayuda desde afuera logramos abrir la puerta lateral. Por ahí comenzaron a sacar a los heridos”, explicó.
Él fue el primero en salir por esa vía de escape. Ya afuera, se desplomó en una silla y solo atinó a decir:
“Gracias, Señor. Estoy vivo”.
La tragedia en el Jet Set ha dejado más de 200 muertos y decenas de heridos, entre ellos músicos, bailarines y asistentes que aquella noche acudieron a una presentación que prometía ser una velada de fiesta, pero terminó en una de las peores catástrofes vividas por la escena artística dominicana.