El astrofotógrafo alemán Sebastian Voltmer logró capturar una imagen de Mercurio junto con una cola que se asemeja a las de los cometas, aunque es de naturaleza diferente. El origen de esta huella es el viento solar y los micrometeoritos que liberan los átomos de sodio de la superficie del planeta y se alejan hacia el espacio, pintando una larga cola brillante.