El Gobierno canadiense confirmó este jueves que en 2002 denegó la entrada en el país de un diplomático chino al que calificó de “agente político” por temor a que utilizara su puesto para injerir en el sistema democrático canadiense.
El Gobierno canadiense confirmó este jueves que en 2002 denegó la entrada en el país de un diplomático chino al que calificó de “agente político” por temor a que utilizara su puesto para injerir en el sistema democrático canadiense.