Existe un lugar en el fin del mundo, en el extremo más austral de Chile, donde prístinos bosques esconden en sus profundidades diminutos sistemas que ya alertan de forma temprana del cambio climático global que sufre el planeta.
Existe un lugar en el fin del mundo, en el extremo más austral de Chile, donde prístinos bosques esconden en sus profundidades diminutos sistemas que ya alertan de forma temprana del cambio climático global que sufre el planeta.