El calor aprieta. El asfalto hierve, los cuerpos sudan y las sábanas se pegan a la piel. Con el termómetro rozando los 40 grados, surge un problema recurrente (o no tanto, dependiendo): hace demasiado…
El calor aprieta. El asfalto hierve, los cuerpos sudan y las sábanas se pegan a la piel. Con el termómetro rozando los 40 grados, surge un problema recurrente (o no tanto, dependiendo): hace demasiado…