Un nuevo estudio encontró que incluso si tuviéramos el poder infinito de enfriar artificialmente lo suficiente los océanos para debilitar un huracán, los beneficios serían mínimos.
Un nuevo estudio encontró que incluso si tuviéramos el poder infinito de enfriar artificialmente lo suficiente los océanos para debilitar un huracán, los beneficios serían mínimos.