El dinero que se usa con propósito tiene otro valor. Te da serenidad, te da opciones y te da control. Y, a diferencia de las cosas materiales, ese crecimiento no se devalúa ni pasa de moda.
El dinero que se usa con propósito tiene otro valor. Te da serenidad, te da opciones y te da control. Y, a diferencia de las cosas materiales, ese crecimiento no se devalúa ni pasa de moda.