Con una profunda sensibilidad por los derechos humanos y la integridad de las personas, el director general de Migración (DGM), Venancio Alcántara, ha dado un paso decisivo. Ha ordenado la destitución de un agente migratorio que se vio implicado en un incidente inquietante y descorazonador: un menor de edad colgaba desesperadamente de los brazos de una mujer a través de las rejas de un vehículo de la institución.