“Mami” fue el llamado de auxilio que aceleró el corazón de Eucevia de Jesús Gonzales, y que la hizo salir de inmediato de su casa encontrando con una escena desgarradora Justo en la puerta, era su hijo ensangrentado. “Mami no me ponga la mani que me duele”, le dijo su hijo ya moribundo cuando esta intentó auxiliarlo.