Con una asistencia récord de 17,492 espectadores, Álvarez (61-2-2) demostró su dominio en el ring desde el primer campanazo, aunque la pelea tomó un ritmo frenético en el cuarto asalto cuando un poderoso golpe de Álvarez envió a Munguía (43-1) a la lona, marcando un punto crucial en el combate.