Investigadores de la Universidad de Ontario Occidental, Canadá, han determinado que una bola de fuego que cruzó los cielos de la provincia canadiense de Alberta el pasado año, originada en la Nube de Oort, en el borde del Sistema Solar, probablemente estaba hecha de roca y no de hielo. El descubrimiento desafía las creencias arraigadas en la comunidad científica sobre cómo se formó el Sistema Solar, comunicaron los autores del estudio.