Washington (AP) — En un brusco viraje diplomático, el presidente Donald Trump canceló el jueves la cumbre con Kim Jong Un, prevista para el 12 de junio en Singapur, debido, dijo, a la “ira tremenda y abierta hostilidad” en una reciente declaración de Corea del Norte.
Trump dijo en una carta a Kim difundida el jueves por la Casa Blanca que, dada esa declaración, le parecía “inapropiado, en este momento, realizar esta reunión planificada desde hace tiempo”.
El presidente dijo que los norcoreanos hablan de sus capacidades nucleares, “pero las nuestras son tan colosales y poderosas que ruego a Dios que nunca haya que usarlas”.
En la declaración citada por Trump, el gobierno norcoreano tachó al vicepresidente Mike Pence de “pelele político” y dijo que está tan preparado para un enfrentamiento nuclear como para un encuentro en la mesa de negociaciones.
Sin embargo, Trump añadió que Kim no debe “vacilar en llamarme o escribir” si cambia de parecer sobre la cumbre.
Dijo que el mundo perdía una “gran oportunidad para una paz duradera y gran prosperidad y riqueza”. El secretario de Estado, Mike Pompeo, leyó la carta ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
El presidente había acordado la reunión sin precedentes en marzo después de meses de intercambiar insultos y amenazas nucleares con el líder norcoreano. Pero en la víspera dijo que la reunión estaba en duda.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que era incorrecto centrarse en la calificación de “pelele” dirigida a Pence. Los norcoreanos, dijo, habían amenazado con una guerra nuclear en su declaración el miércoles por la noche y ninguna cumbre podía aspirar al éxito en esas circunstancias.
El funcionario habló bajo la condición de anonimato por tratarse de deliberaciones confidenciales.
Funcionarios de la Casa Blanca pronostican en privado desde hace semanas que la cumbre podría ser cancelada una o dos veces antes de concretarse, dada la tozudez de los dos líderes. Trump parecía feliz con la cháchara acerca de un Premio Nobel de la Paz, pero últimamente parece primar la perspectiva de garantizar el éxito de las deliberaciones con Kim.
Los aliados del presidente en el Congreso dijeron que la cancelación se justificaba.
“Corea del Norte tiene una larga trayectoria de exigir concesiones solo para negociar. Mientras gobiernos anteriores de ambos partidos han caído en esa trampa, felicito al presidente por darse cuenta del fraude de Kim Jong Un”, dijo el senador republicano Tom Cotton. Añadió que “la campaña de aplicar máxima presión a Corea del Norte debe continuar”.
En Ginebra, el secretario general de la ONU expresó su “profunda consternación” por la cancelación de la cumbre.
Antonio Guterres dijo ante un auditorio en la Universidad de Ginebra que exhortaba a las partes a seguir buscando “un camino hacia la desnuclearización pacífica y verificable de la península coreana”.