WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump rechazó este jueves el cálculo ampliamente aceptado de que murieron 3.000 personas a consecuencia del huracán María en Puerto Rico, afirmando que la cifra es un invento de los demócratas para desprestigiarlo. “No es cierto que 3.000 personas murieron”, tuiteó el mandatario, sin dar elemento alguno que fundamente su aseveración.
Añadió: “Cuando salí de la isla DESPUÉS de que llegó la tormenta, la cifra era de entre seis y 18 muertos. Al pasar del tiempo no aumentó mucho. Entonces, después de mucho tiempo, empezaron a reportar cifras muy altas, como de 3.000…”
“Esto es obra de los demócratas para hacerme lucir mal cuando yo estaba exitosamente recaudando miles de millones de dólares para la reconstrucción de Puerto Rico”, agregó.
El gobernador de Puerto Rico elevó la cantidad de fallecidos por el huracán de 64 a 2.975 luego de que una investigación independiente determinó que se había subestimado gravemente la cantidad de muertes a consecuencia del meteoro.
La cifra de casi 3.000 muertos en los seis meses subsiguientes a la tormenta fue resultado del estudio por expertos del Instituto Milken de Salud Pública de la Universidad George Washington. La averiguación determinó que la cifra inicial fue excesivamente baja debido a que los médicos de la isla no estaban entrenados adecuadamente para evaluar decesos a raíz de un desastre natural.
La población anciana y los pobres fueron los sectores más afectados por el huracán y Puerto Rico todavía tienen dificultades para recuperarse. Son frecuentes los apagones y unas 60.000 viviendas están cubiertas por techos endebles. El 13% de las municipalidades carecen de servicio telefónico o de internet.
Trump defendió esta semana la respuesta que dio su gobierno al fenómeno climático en Puerto Rico, pese a las críticas generalizadas. Dijo que fue “un éxito increíble” y reanudó sus críticas a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, cuestionó a Trump por usar la palabra “éxito”, afirmando que la relación entre una “colonia” y su potencia nunca puede ser considerada un éxito y denunciando que los puertorriqueños carecen de ciertos derechos de los que gozan todos los demás estadounidenses.
Poco después de que María golpeara la isla, Trump vistió Puerto Rico y fue muy criticado por arrojar toallas de papel a las víctimas de la tormenta en una forma que fue considerada insensible dada la magnitud del desastre.
Sus comentarios más recientes sacaron otra vez a la luz aquellos sentimientos.