El organismo internacional hace un llamamiento a mejorar la equidad sanitaria y la inclusión escolar para la infancia que vive con discapacidad en consonancia con los principales marcos regionales y mundiales de derechos humanos
Santo Domingo. –El quince por ciento de la población mundial –al menos mil millones de personas– tiene algún tipo de discapacidad, ya sea presente al nacer o adquirida más adelante en la vida, y se destaca que casi 240 millones de ellas, son niños y niñas. De esta población, solo el 6% tiene una discapacidad severa.
Se percibe, también que, en América Latina y el Caribe, alrededor de 19.1 millones de niños, niñas y adolescentes tienen algún tipo de discapacidad. De ellos, 7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes en edad escolar no asisten a la escuela.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad define la discapacidad como la interacción entre las personas con deficiencias física, mental, intelectual o sensorial, con barreras del entorno, lo cual impide la participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás. República Dominicana es signataria de esta Convención, asumiendo el Estado la responsabilidad de lograr que la infancia con discapacidad goce plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales en igualdad de condiciones con los demás niños y niñas.
Por el contexto del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora cada año, en fecha 3 de diciembre, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) visibiliza que, en el país, uno de cada diez niños y niñas de 2 a 17 años sufre algún tipo de discapacidad, según los resultados arrojados por la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR-MICS 2019). Al analizar por grupos de edad, se observa que en el caso de la población de 2-4 años, el porcentaje alcanza el 4.9 % y en el de la población de 5-17 años es de 11.3 %.
“Estos niños y sus familias se enfrentan constantemente a barreras que limitan el ejercicio de sus derechos humanos y su inclusión social. Se enfrentan a actitudes negativas, estereotipos, estigma, violencia, abuso y aislamiento; así como a la falta de políticas y leyes adecuadas, lo mismo que a oportunidades educativas y económicas”, dijo Carlos Carrera, representante de país de UNICEF.
En diciembre de 2022, 500 familias dominicanas con hijos o hijas con discapacidad recibieron el bono para su protección social, un soporte que tiene como misión: garantizar que los niños, las niñas y adolescentes con discapacidad disfruten de sus derechos sin discriminación de ningún tipo. Esta iniciativa encabezada por la primera Dama, Raquel Arbaje, en su calidad de presidenta del Gabinete, con la colaboración del Programa Supérate y el Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS) contó con el apoyo de la Administradora de Subsidios Sociales (ADESS), el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), el Banco de Reservas de la República Dominicana y el Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID).
No obstante, Antonia Peguero, madre de un niño de 14 años del barrio Ozama indicó: “mi hijo tiene síndrome de Down, y ha sido muy difícil llevar una vida normal, aún más por la realidad económica en la que vivimos, hemos recibido ayuda estatal, pero el costo de la vida, de la canasta familiar, sigue siendo alto”.
Asimismo, el representante de UNICEF externó: “los niños, niñas y adolescentes con discapacidad son uno de los grupos más excluidos de la sociedad, cuyos derechos son vulnerados de manera generalizada. En el mundo, los niños con discapacidad tienen un 34 % más de probabilidades de sufrir retraso en el crecimiento, un 49 % más de probabilidades de no haber asistido nunca a la escuela, un 32 % más de probabilidades de sufrir castigos corporales graves, y un 41 % más de probabilidades de sentirse discriminados”. -Cifras de documento de UNICEF (2022): Visto, contado, incluido: uso de datos para arrojar luz sobre el bienestar de los niños con discapacidades.
“La medida en que estos niños, niñas y adolescentes con discapacidad logran participar en la sociedad y llevar una vida plena depende de que se eliminen las barreras sociales e institucionales que les limitan. Celebramos que ya hay algunos avances en el país. Algunas muestras de estos avances son un proyecto piloto priorizado de reconversión de servicios educativos para que los niños con y sin discapacidad aprendan juntos, así como el establecimiento de un subsidio para apoyar a familias con niños con discapacidad. Porque no importa su condición, cada niño, niña y adolescente tiene todo el derecho a alcanzar su pleno potencial”, agregó Carrera.
Por otro lado, Aurelia Muñoz (nombre retocado), niña con discapacidad auditiva, 11 años de la zona de Valdesia, mencionó: “En la primaria los maestros sabían lo que me estaba pasando, pero no hacían caso. Sabían que me hacían bullying – pero ¿qué piensan? – no creían en mí”.
“El sector educación posee una cultura fuerte en servicios educativos de Educación Especial en escuelas y aulas específicas. Celebramos que para cambiar esta realidad, el Ministerio de Educación con el apoyo de UNICEF impulsa un piloto de reconversión de servicios segregadores en inclusivos, esto a través de un piloto de 9 servicios educativos donde se diseña y valida un Modelo de Educación Inclusiva Nacional, la finalidad es fortalecer de forma progresiva los servicios de educación inclusiva en escuelas regulares y de escuelas especiales, este último solo para los que tienen una discapacidad severa”, aseveró el representante.
De igual manera, el vocero del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia puntualizó: “desde UNICEF hacemos un llamado a toda la sociedad a superar los prejuicios y eliminar las barreras para incluir a todos los niños, niñas y adolescentes”.