Unión Europea: Inteligencia Artificial, una herramienta marcada por “sesgos de género”
Para la Inteligencia Artificial (IA), el político más influyente en 2050, el mejor atleta del mundo en ese mismo año o la primera persona en pisar Marte serán hombres, lo que deja claro que la herramienta tiene «sesgos de género», según alerta la Unión Europea (UE) a través de una campaña de comunicación.
Para la Inteligencia Artificial (IA), el político más influyente en 2050, el mejor atleta del mundo en ese mismo año o la primera persona en pisar Marte serán hombres, lo que deja claro que la herramienta tiene «sesgos de género», según alerta la Unión Europea (UE) a través de una campaña de comunicación.
Creada por la oficina de la consultora de comunicación Amén McCann en Uruguay para la UE, y titulada «The Bias RemAIns» (los sesgos permanecen, en traducción libre), la acción busca, con imágenes futuristas y creatividad, poner de relieve que esta popular tecnología “tiene los mismos sesgos que existen en la sociedad».
En una entrevista con la Agencia EFE, la directora de Amén McCann en el país suramericano, Milena Guillot, recordó que al momento de preguntarle a la IA por el líder mundial en 2050, esta mostraba cuatro señores mayores, mientras que si se le consultaba por el mejor superhéroe, arrojaba cuatro hombres musculosos.
Los chatbots y herramientas de Inteligencia Artificial están cada vez más accesibles a la población, que recurre constantemente a ellos para solventar diferentes problemas, por lo que es necesario redoblar la atención para no seguir reproduciendo un modelo hegemónico.
«El sesgo estaba instalado en el modelo. La reflexión es que la Inteligencia Artificial tiene los sesgos que nosotros tenemos, porque reproduce nuestra cultura. Ese fue el pensamiento y el llamado a reflexión. Vos tenés que considerar esto para no repetir un modelo hegemónico del cual no querés formar parte», explicó Guillot.
Momento de cambiar
La ejecutiva hizo hincapié en que la sociedad está en «permanente evolución», lo que permite que la IA pueda convertirse en un modelo “más inclusivo”, ya que está hecho por el ser humano y en constante proceso de aprendizaje.
Sin embargo, para ello es necesario que al momento de darle una consigna se incluyan conceptos que ayuden a construir esta inclusión, además de programar la herramienta para buscar respuestas desde diferentes perspectivas como edad, género o nacionalidad.
«Así te aseguras de que te va a dar una perspectiva más rica. No te quedas solo con lo que te arroja el modelo ortodoxo», añadió Guillot.
Asimismo, consideró necesario enseñarle a la IA a ser «amable, verdadera e inclusiva», y tener en cuenta que las informaciones o los productos deben ser chequeados más de una vez para asegurarse de su veracidad.
«Hay que tener todos esos cuidados, porque estás con algo que es formidable, pero tenés que estar atento porque no te va a resolver todo. Está reproduciendo una cultura y vos sos responsable de ir acompañando esos cambios culturales de acuerdo a valores», insistió la directora de Amén McCann en Uruguay.
Por otro lado, Guillot recordó que otro tema «muy sensible» y con el que se debe tener «gran cautela» es el de la propiedad intelectual, ya que algunos autores pidieron no ser incluidos en propuestas de IA porque entienden que vulnera sus derechos.
La Inteligencia Artificial en el mundo corporativo
Por su parte, el líder de Data y Analítica de Marketing de Relaciones McCann (MRM) en Chile, Gabriel Barrios, dijo a EFE en una entrevista que la Inteligencia Artificial es «la ola de la automatización» y sostuvo que si una empresa o un negocio no la considera dentro de su planificación podrá tener «una desventaja competitiva».
El experto recordó que la IA es «100 % objetiva» y depende de los datos y de cómo se entrenan los modelos.
«Son muy importantes los datos con los que yo trabajo mi modelo y es clave considerar equipos de trabajo diversos. Somos humanos los responsables detrás de la Inteligencia Artificial», explicó.
En ese sentido, opinó que esta herramienta «puede potenciar» y complementar el trabajo humano, pero no reemplazarlo.
Por ello, consideró la IA una ventaja y aseguró que las personas «no deben temerle» ni «resistirse al cambio».
«Los profesionales del futuro serán los que ocupen inteligencia artificial en su día a día. No digo que la desarrollen, pero que sí ocupen tecnologías de inteligencia artificial», concluyó.