La aparición de manchas en la piel es una preocupación cada vez más común en personas de todas las edades, últimamente, también en las más jóvenes. La excesiva exposición al sol es la principal causa de la aparición de las manchas cutáneas.

“El sol es lo peor, nos exponemos demasiado sin protegernos”, asegura Elsa Trillo, formadora de heridas en el Servicio Galego de Saúde. La sanitaria está en el servicio de Dermatología, llevando enfermería de heridas quirúrgicas y la consulta de terapia fotodinámica.

La enfermera, especialista en heridas quirúrgicas, asegura que este problema de la piel está muy relacionado con la exposición a los rayos ultravioleta e insiste en la necesidad de tratar a nuestra piel con la máxima prioridad.

“Atendemos nuestra salud mental, el ejercicio físico  y la alimentación pero siempre nos olvidamos del cuidado de nuestra piel. La prevención en el cuidado de la piel tiene que ser inherente como lo son el cuidado de la mente, el físico y la dieta”, sostiene Elsa.

Así, la especialista insiste a los pacientes en la importancia de la piel. La solución para el cuidado, dice, “tenemos que aplicarnos fotoprotector los 365 días del año, no sólo cuando te vayas a exponer al sol, porque la cara siempre está expuesta, en invierno también”. Añadir en la rutina diaria un protector solar es la mejor prevención frente a las manchas cutáneas.

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Junto con la necesidad de no exponerse al sol, Elsa destaca la hidratación como otro pilar fundamental en el cuidado de la piel. “La hidratación empieza en la ducha, con geles que tengan óleo para después aplicar la mejor crema hidratante que es el fotoprotector”.

La labor fundamental de las enfermeras pasa por la promoción de la salud y la buena información a los pacientes sobre la prevención del fotoenvejecimiento cutáneo que a su vez es también la prevención para el cáncer de piel.