El martes 13 está relacionado directamente un día de malos augurios, sin embargo, hay muchos que toman este día para contrarrestar el mito y lo llenan de buenos presagios.
Pero, más allá de esto, comúnmente se trata de no tomar grandes decisiones por temor a que algo pueda salir mal, y en el caso de que esto pase, no tener la responsabilidad por haber seleccionado este día del año.
Cuál es el origen del martes 13
El día martes está ligado a la mitología romana en la que el Dios Marte representa, entre otras cosas, la guerra, la violencia y la destrucción.
Desde la superstición se trata de un día guerrero, en el que difícilmente se encontrará un clima agradable o propenso para emprender nuevos planes. Además, existen creencias que indican que tanto el martes como el viernes son días adecuados para la magia o los hechizos.
Por otro lado, esta el número 13. Este número está vinculado a la muerte según las cartas del Tarot, e indica el momento posterior a la disolución y al vacío que responde a la disociación entre cuerpo y alma.
Además, el número 13 está relacionado a la Última Cena de Cristo y sus 12 apóstoles. Tras la era cristiana el 13, estuvo cargado de una connotación negativa o directamente maligna. A esto se suma que en el libro de la Apocalipsis, en su capítulo 13, se desarrolla el concepto del anticristo y demonio.
Qué no hay que hacer un martes 13
Casarse un martes 13, tomar grandes decisiones amorosas o financieras, viajar y mudarse no es de buen gusto tampoco para el Tarot y la astrología, donde este número refiere a la muerte y desgracia eterna, cuya carta es conocida como La carta sin nombre.
Sin embargo, se suele decir que hay varias formas para evitar tener mala suerte en el día a día.
Según estas creencias, una buena forma de empezar el día es no pisar primero con el pie izquierdo. A partir de ahí, hay que evitar algunas acciones como cruzarse con un gato negro, pasar por debajo de una escalera, romper un espejo, derramar la sal sobre la mesa o abrir un paraguas dentro de casa.