Más de 300 estadounidenses rescatados de un crucero aislado en Japón por el nuevo coronavirus regresaron este lunes a su país, donde estarán otras dos semanas en cuarentena.
La epidemia de COVID-19 sigue avanzando en China, donde se ha cobrado hasta ahora 1.770 vidas y ha contagiado a más de 70.500 personas, además de centenares en el extranjero.
Fuera de China, el mayor foco de infecciones es el crucero «Diamond Princess», situado frente a la costa de Yokohama, en Japón, donde se declararon 99 casos nuevos el lunes, elevando el total a 454 personas, a pesar de que los pasajeros llevan 14 días confinados en sus camarotes.
A medida que crecen las críticas por la gestión de esa crisis por las autoridades japoneses, otros gobiernos, como los de Australia e Italia, anunciaron su intención de evacuar a sus ciudadanos. Hong Kong también expresó su deseo de repatriar a los suyos -unas 330 personas- «lo antes posible». Canadá tomó la misma decisión para unos 250 canadienses.
El primer vuelo estadounidense aterrizó en la base aérea de Travis, en California, el domingo poco antes de la medianoche, seguido por otro en la madrugada del lunes, en la base conjunta San Antonio-Lackland, en Texas.
Antes del embarque, las autoridades estadounidenses fueron informadas de que 14 de los pasajeros habían contraído la enfermedad del COVID-19. Los infectados viajaron en un «área especial de contención».
«Se están tomando todas las precauciones y medidas de protección de la comunidad para garantizar un buen aislamiento», dijeron en un comunicado conjunto el Departamento de Estado y el Departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidenses.
«Estoy feliz y lista para irme», dijo a la AFP la estadounidense Sarah Arana antes de embarcar al avión. «Necesitamos una cuarentena real. Ésta no era buena».
– «Estoy bien de salud» –
Algunos de los más de 350 estadounidenses que se encontraban a bordo de este crucero no aceptaron ser repatriados.
«Estoy bien de salud. Y mi cuarentena de dos semanas casi ha terminado», tuiteó Matt Smith, que cuestionó la necesidad de abandonar el barco.
Otros 40 pasajeros estadounidenses que contrajeron el coronavirus fueron trasladados a hospitales en Japón, indicó Washington.
La epidemia de COVID-19 ha matado a 105 personas en las últimas 24 horas en China, lo que eleva a 1.770 el número de fallecidos en el país desde la aparición de la epidemia viral en diciembre en Wuhan, capital de la provincia de Hubei (centro), anunciaron el lunes las autoridades chinas.
Pekín, que intenta frenar la epidemia como sea, solicitó este lunes a las personas que se han curado del coronavirus que donen sangre para extraer su plasma para tratar a los enfermos.